Turismo le saca partido a la flexibilidad laboral y pactos sobre jornada ya suman 13

Nueve meses han pasado desde que el Congreso despachó la Ley 20.918, la cual adapta normas laborales al rubro del turismo y, en medio de la oleada de visitantes que marcan la temporada alta del sector entre noviembre y abril, las autoridades y los gremios ya evalúan la efectividad de la normativa que se presentaba como un “hito” en el ámbito del trabajo.

Esto, pues por primera vez el Código del Trabajo contemplaría la posibilidad de dividir la jornada de trabajo, dando una señal concreta de flexibilización del mercado laboral de común acuerdo trabajador-empleador.

La iniciativa, que comenzó un lento despegar en mayo, aborda diversos tópicos sobre feriado obligatorio, propinas y descanso semanal. Sin embargo, la norma que ha requerido un mayor seguimiento por las autoridades ha sido la que introduce la opción de que las partes puedan acordar una interrupción en la jornada diaria de los trabajadores que se desempeñan en restaurantes.

Según el Ministerio del Trabajo, mirando la información disponible hasta diciembre del año pasado, se habían registrado 13 pactos, concentrados en cuatro regiones del país.

Y aunque para el secretario general de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), Diego Fernández, las cifras siempre pueden ser mejores, sostiene que “es un buen indicador por las características del sector”.

Entre octubre y diciembre cuenta que realizaron en conjunto con la subsecretaría del Trabajo diversas charlas y talleres para aclarar a sus asociados los alcances de la Ley y, en lo que va de temporada, han detectado una buena puesta en práctica.

“Ha sido bastante fluida hasta ahora la aplicación y no hemos detectado problemas. Ahora, aún faltan dos semanas de veraneo que son bien importantes, y la evolución final y más concreta la vamos a tener a principios de marzo”, dice.

En específico, según establece la Ley, los trabajadores de restaurantes que atiendan directamente al público podrán pactar la interrupción de la jornada diaria por más de media y hasta por cuatro horas, en tanto la suma de las horas efectivamente trabajadas no sobrepase los límites semanales y diarios señalados en los artículos 22 y 28.

Dicho acuerdo, agrega, debe realizarse con el sindicato y, sólo a falta de éste, con el colectivo de trabajadores del lugar. Posteriormente, el empleador debe enviar copia del pacto a la Dirección del Trabajo (DT) respectiva.

¿Qué dice la reforma?

La tramitación de esta legislación no estuvo exenta de contratiempos. A mediados de 2015, mientras la reforma laboral vivía un complejo momento en el Congreso, el Ministerio de Hacienda ordenó “congelar” la discusión del texto para ordenar el tema.

La decisión no fue antojadiza. La actual legislación no establece la posibilidad de pactar sistemas especiales de jornada con los sindicatos y solo deja la puerta abierta a pedir autorización a la Dirección del Trabajo para jornadas especiales.

Sin embargo, con la reforma -que comienza a regir en abril-, se “otorga autonomía a las partes para que acuerden” esquemas especiales en materia de distribución de jornada en cuatro días de trabajo y tres de descanso -conocido como 4x3-; y acuerdos con trabajadores que tengan responsabilidades familiares, lo que va en la línea de facilitar la mezcla de tiempo de labor presencial en la empresa y en otro momento desde el hogar.

Por esto, la fórmula de la adaptabilidad en el turismo es visto por diversos actores del mercado del trabajo como un precedente a la hora de seguir la aplicación de la nueva ley desde el segundo trimestre.

Sobre la posibilidad de que la realidad del turismo se traslade hacia otros rubros de la economía, Fernández comenta que “es bueno que esto se replique obviamente en otros sectores considerando en cada uno sus características peculiares”. Por esto, dice, es interesante que otros gremios lo evalúen y conversen con la autoridad.

Incendios y empleos: "Se debe seguir atento a las cifras"

En terreno se ha mantenido el Ministerio del Trabajo durante la emergencia que se activó en la zona centro-sur por la ola de incendios forestales. Pero mientras se impulsa la ejecución de medidas específicas para los trabajadores, la cartera de Huérfanos 1273 está comenzando a recibir las primeras cifras de los eventuales efectos directos e indirectos que podría haber generado los siniestros en los puestos de trabajo.

Al ser consultado por este tema, el subsecretario del Trabajo, Francisco Díaz, reconoció que en las últimas semanas "se ve un leve aumento de solicitudes de seguro de cesantía en la región de Biobío". También, dice, que han observado "un muy leve aumento en cartas de despido ante la Inspección del Trabajo en algunas comunas afectadas de Maule y Biobío". Eso sí, recalca que aún deben consolidar la información.

En el largo plazo, Díaz señala que la situación es distinta, porque tanto las labores de reconstrucción como las de limpieza y reforestación pueden aumentar la contratación. Y enfatiza: "Hay que seguir atento a las cifras".

Con todo, descarta que se haga necesario flexibilizar para las zonas afectadas el uso del seguro de cesantía. "Ya dictamos una ley hace dos años facilitando el acceso y aumentando los beneficios del seguro de cesantía, por lo que esas modificaciones ya se están aplicando ahora", explica, agregando que se han dispuesto 600 cupos de empleo de emergencia exclusivamente para la zona afectada.

En cuanto a las medidas puntuales que están impulsado, la autoridad destaca que uno de los instrumentos de apoyo es la bonificación a la retención de puestos de trabajo, "con la cual bonificamos el 80% de un Ingreso Mínimo Mensual por trabajador, por los primeros tres meses, y luego 60% por los segundos tres meses".

La idea, dice, es que el empleador que está pasando por dificultades producto del incendio no despida a sus trabajadores mientras se rearma. A esta fecha, las autoridades tienen el registro de 45 empresas y 549 personas beneficiadas.